lunes, 24 de agosto de 2009
La Díficil Elección
oh, gran señor de las naciones
de las tropas valerosas
yo puedo cumplir tus deseos
y hacer de ti un dios
no escuches su voz
hombre curtido en batalla
yo te ofrezco el perdón
y la misericordia
por las cosas ya pasadas
¿vas a escuchar, necio
a un anciano
incapaz de cumplir
tus más profundos deseos?
no la escuches
pues ella es la perdición
y a la oscuridad
te arrastrará sin dilación
no le escuches
y sigue mi voz
qué prefieres,
¿la misericordia
o el poder cumplir tus deseos?
no la escuches,
no la sigas...
huye, aún puedes volver atrás
tan solo tienes que pedir...
y tu deseo se cumplirá...
no la escuches...
¡vuelve!
si quieres tener tu deseo...
entonces... ¡dame el mío!
elegiste lo fácil
y caro te ha salido
ya no existe camino de vuelta...
estás perdido
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