ya se oculta el día
se hacen de sombra las luces
que ven a un hombre correr,
el dolor está presente en sus ojos
grita y llama a su amada
pero ella no le oye
pasa el tiempo despacio
la angustia crece y crece
él grita una y otra vez
pero sabe que es inútil
transcurre el tiempo sin pausa
ella ya no volverá
corre suave la brisa
entre la noche que acaba
ya se aclaran las sombras
roja asciende la aurora
roja como la sangre
del hombre que yace en la loma